Laura Gorre

31 octubre, 2011

30 octubre, 2011

26 octubre, 2011

La noche/4

Me desprendo del abrazo, salgo a la calle.
En el cielo, ya clareando, se dibuja, finita, la
luna.
La luna tiene dos noches de edad.
Yo, una.



"El libro de los abrazos"
Eduardo Galeano
inmortality

l'albatros

Souvent, pour s'amuser, les hommes d'équipage
Prennent des albatros, vastes oiseaux des mers,
Qui suivent, indolents compagnons de voyage,
Le navire glissant sur les gouffres amers.

A peine les ont-ils déposés sur les planches,
Que ces rois de l'azur, maladroits et honteux,
Laissent piteusement leurs grandes ailes blanches
Comme des avirons traîner à côté d'eux.


Ce voyageur ailé, comme il est gauche et veule!
Lui, naguère si beau, qu'il est comique et laid!
L'un agace son bec avec un brûle-gueule,
L'autre mime, en boitant, l'infirme qui volait!


Le Poète est semblable au prince des nuées
Qui hante la tempête et se rit de l'archer;
Exilé sur le sol au milieu des huées,
Ses ailes de géant l'empêchent de marcher.



Charles Baudelaire

Los sueños olvidados

Helena soñó que se dejaba los sueños olvidados
en una isla.
Claribel Alegría recogía los sueños, los ataba
con una cinta y los guardaba bien guardados. Pero los niños
de la casa descubrían el escondite y querían ponerse los sue-
ños de Helena, y Claribel enojada les decía:
- Eso no se toca.
Entonces Claribel llamaba a Helena por teléfono y le pre-
guntaba:
- ¿Qué hago con tus sueños?



"El libro de los abrazos"
Eduardo Galeano

24 octubre, 2011

CALLES Y SUEÑOS

No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Las criaturas de la luna huelen y rondan sus cabañas.
Vendrán las iguanas vivas a morder a los hombres que no sueñan
y el que huye con el corazón roto encontrará por las esquinas
al increíble cocodrilo quieto bajo la tierna protesta de los astros.


[...]


No es sueño la vida. ¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta!
Nos caemos por las escaleras para comer la tierra húmeda
o subimos al filo de la nieve con el coro de las dalias muertas.
Pero no hay olvido, ni sueño:
carne viva. Los besos atan las bocas
en una maraña de venas recientes
y al que le duele su dolor le dolerá sin descanso
y al que teme la muerte la llevará sobre sus hombros.


[...]




"CIUDAD SIN SUEÑO
Nocturno de Brooklyn Bridge"
Federico García Lorca

(fragmento)

23 octubre, 2011

A BLAS DE OTERO

Amigo Blas de Otero: Porque sé que tú existes,
y porque el mundo existe, y yo también existo,
porque tú y yo y el mundo nos estamos muriendo,
gastando nuestras vueltas como quien no hace nada,
quiero hablarte y hablarme, dejar hablar al mundo
de este dolor que insiste en todo lo que existe.

Vamos a ver, amigo, si esto puede aguantarse:
El semillero hirviente de un corazón podrido,
los mordiscos chiquitos de las larvas hambrientas,
los días cualesquiera que nos comen por dentro,
la carga de miseria, la experiencia —un residuo—,
las penas amasadas con lento polvo y llanto.

Nos estamos muriendo por los cuatro costados,
y también por el quinto de un Dios que no entendemos.
Los metales furiosos, los mohos del cansancio,
los ácidos borrachos de amarguras antiguas,
las corrupciones vivas, las penas materiales...
todo esto —tú sabes—, todo esto y lo otro.

Tú sabes. No perdonas. Estás ardiendo vivo.
La llama que nos duele quería ser un ala.
Tú sabes y tu verso pone el grito en el cielo.
Tú, tan serio, tan hombre, tan de Dios aun si pecas,
sabes también por dentro de una angustia rampante,
de poemas prosaicos, de un amor sublevado.

Nuestra pena es tan vieja que quizá no sea humana:
ese mugido triste del mar abandonado,
ese temblor insomne de un follaje indistinto,
las montañas convulsas, el éter luminoso,
un ave que se ha vuelto invisible en el viento,
viven, dicen y sufren en nuestra propia carne.

Con los cuatro elementos de la sangre, los huesos,
el alma transparente y el yo opaco en su centro,
soy el agua sin forma que cambiando se irisa,
la inercia de la tierra sin memoria que pesa,
el aire estupefacto que en sí mismo se pierde,
el corazón que insiste tartamudo afirmando.

Soy creciente. Me muero. Soy materia. Palpito.
Soy un dolor antiguo como el mundo que aún dura.
He asumido en mi cuerpo la pasión, el misterio,
la esperanza, el pecado, el recuerdo, el cansancio,
Soy la instancia que elevan hacia un Dios excelente
la materia y el fuego, los latidos arcaicos.

Debo salvarlo todo si he de salvarme entero.
Soy coral, soy muchacha, soy sombra y aire nuevo,
soy el tordo en la zarza, soy la luz en el trino,
soy fuego sin sustancia, soy espacio en el canto,
soy estrella, soy tigre, soy niño y soy diamante
que proclaman y exigen que me haga Dios con ellos.

¡Si fuera yo quien sufre! ¡Si fuera Blas de Otero!
¡Si sólo fuera un hombre pequeñito que muere
sabiendo lo que sabe, pesando lo que pesa!
Mas es el mundo entero quien se exalta en nosotros
y es una vieja historia lo que aquí desemboca.
Ser hombre no es ser hombre. Ser hombre es otra cosa.

Invoco a los amantes, los mártires, los locos
que salen de sí mismos buscándose más altos.
Invoco a los valientes, los héroes, los obreros,
los hombres trabajados que duramente aguantan
y día a día ganan su pan, mas piden vino.
Invoco a los dolidos. Invoco a los ardientes.

Invoco a los que asaltan, hiriéndose, gloriosos,
la justicia exclusiva y el orden calculado,
las rutinas mortales, el bienestar virtuoso,
la condición finita del hombre que en sí acaba,
la consecuencia estricta, los daños absolutos.
Invoco a los que sufren rompiéndose y amando.

Tú también, Blas de Otero, chocas con las fronteras,
con la crueldad del tiempo, con límites absurdos,
con tu ciudad, tus días y un caer gota a gota,
con ese mal tremendo que no te explica nadie.
Irónicos zumbidos de aviones que pasan
y muertos boca arriba que no, no perdonamos.

A veces me parece que no comprendo nada,
ni este asfalto que piso, ni ese anuncio que miro.
Lo real me resulta increíble y remoto.
Hablo aquí y estoy lejos. Soy yo, pero soy otro.
Sonámbulo transcurro sin memoria ni afecto,
desprendido y sin peso, por lúcido ya loco.

Detrás de cada cosa hay otra cosa que es la misma,
idéntica y distinta, real y a un tiempo extraña.
Detrás de cada hombre un espejo repite
los gestos consabidos, mas lejos ya, muy lejos.
Detrás de Blas de Otero, Blas de Otero me mira,
quizá me da la vuelta y viene por mi espalda.

Hace aún pocos días caminábamos juntos
en el frío, en el miedo, en la noche de enero
rasa con sus estrellas declaradas lucientes,
y era raro sentirnos diferentes, andando.
Si tu codo rozaba por azar mi costado,
un temblor me decía: «Ese es otro, un misterio.»

Hablábamos distantes, inútiles, correctos,
distantes y vacíos porque Dios se ocultaba,
distintos en un tiempo y un lugar personales,
en las pisadas huecas, en un mirar furtivo,
en esto con que afirmo: «Yo, tú, él, hoy, mañana»,
en esto que separa y es dolor sin remedio.

Tuvimos aún que andar, cruzar calles vacías,
desfilar ante casas quizá nunca habitadas,
saber que una escalera por sí misma no acaba,
traspasar una puerta —lo que es siempre asombroso—,
saludar a otro amigo también raro y humano,
esperar que dijeras —era un milagro—: Dios al fin escuchaba.

Todo el dolor del mundo le atraía a nosotros.
Las iras eran santas; el amor, atrevido;
los árboles, los rayos, la materia, las olas,
salían en el hombre de un penar sin conciencia,
de un seguir por milenios, sin historia, perdidos.
Como quien dice «sí», dije Dios sin pensarlo.

Y vi que era posible vivir, seguir cantando.
Y vi que el mismo abismo de miseria medía
como una boca hambrienta, qué grande es la esperanza.
Con los cuatro elementos, más y menos que hombre,
sentí que era posible salvar el mundo entero,
salvarme en él, salvarlo, ser divino hasta en cuerpo.

Por eso, amigo mío, te recuerdo, llorando;
te recuerdo, riendo; te recuerdo, borracho;
pensando que soy bueno, mordiéndome las uñas,
con este yo enconado que no quiero que exista,
con eso que en ti canta, con eso en que me extingo
y digo derramado: amigo Blas de Otero.




Gabriel Celaya

22 octubre, 2011

El hombre que se enamoró de la m

El hombre que se enamoró de la m y la ene se enojó
Un día Mechir se enamoró de la primera letra de su Nombre y decidió casarse con la letra M pero No sabía que la N estaba detrás de la M.
Todas las Mañanas le llevaba Moras, Mentas y Maní. Entonces la N le grito fuerte No, Nunca, Nadie se llevara mi M porque el abecedario quedaría incompleto y Ni siquiera la Muerte se llevaría a los Hombres, entonces la N le presento una letra desconocida era la letra del silencio =, el Hombre decidió quedarse Mudo para Nunca más decir su Nombre y así olvidar a la M.



Claudia Minota, 11 años





Source: http://www.festivaldepoesiademedellin.org/pub.php/es/Escuela/Proyecto_Gulliver/index.html

18 octubre, 2011

La uva y el vino

Un hombre de las viñas habló, en agonía, al oído de
Marcela. Antes de morir, le reveló su secreto:
- La uva -le susurró- está hecha de vino.
Marcela Pérez-Silva me lo contó, y yo pensé: Si la uva
está hecha de vino, quizá nosotros somos las palabras que
cuentan lo que somos.



"El libro de los abrazos"
Eduardo Galeano

17 octubre, 2011

El miedo

Una mañana, nos regalaron un conejo de Indias.
Llegó a casa enjaulado. Al mediodía, le abrí la
puerta de la jaula.
Volví a casa al anochecer y lo encontré tal como lo había
dejado: jaula adentro, pegado a los barrotes, temblando del
susto ante la libertad.



"El libro de los abrazos"
Eduardo Galeano
Soy insaciable.

13 octubre, 2011

En una ocasión una amiga me dijo que parecía la chica que mira blogs de moda y a la que le gusta la filosofía existencialista (creo que acabo de hacer una mezcla de la opinión de mi amiga con la protagonista de un cuento breve de Mario Benedetti con la que me sentí identificada profundamente).

En ese momento me salió una sonrisa y un gesto de afirmación pero en seguida dudé si lo que me había dicho, el modo en que me había etiquetado rápidamente, me gustaba o no. Decidí que no.
Esa tarde repasé los blogs que seguía y los que realmente seguía y sí, era cierto (exceptuando uno o dos) pero mi blog no encajaba con ellos.. así que decidí que realmente no me conocía.

Tuve serias dudas en un principio de sobre qué debía tratar mi blog, pues los blogs de moda han llegado a aburrirme seriamente y ahora tan sólo me paso por aquellos que considero vale la pena y me pueden aportar algo.
Y tampoco quería convertir mi blog en una muestra en exclusiva de mis inspiraciones diarias o de mis opiniones sobre moda de la que, francamente no me considero suficiente "sabia" para opinar.

Así que poco a poco mi blog ha ido evolucionando en una dirección que no esperaba, sin tener que ver mucho con la moda pero mis gustos también han evolucionado.. mi juiciosa y crítica opinión va descartando blogs y blogs y cada vez se salvan menos.

Todo esto venia porque no me gustó ser encajada dentro de un grupo de gente (por decirlo de alguna manera) pero hubiera sido ese u otro, no me gusta ser encajada dentro de nada, yo busco desmarcarme y en cierto modo esto lo que intento expresar en el modo en que visto. Como siempre digo, "para gustos colores" (que es lo mejor de la raza humana; la diversidad) y retomando mi reflexión inicial, no quise que mi blog cayera en lo típico/mítico y ahí quedó todo.
Hace poco tuve una reflexión sobre la moda que me hubiera gustado compartir pero no lo hice ni lo haré y si lo hago ahora con esta es porque creo que alguien se ha desmarcado y es digno de dedicarle unos minutos.

Se llama Leandra Medine y la conocí por otro blog que visito a menudo(http://capuccinobar.blogspot.com/).
El blog de Leandra Medine es http://www.manrepeller.com/ y me hizo gracia que se describiera así misma culpando a su modo de vestir cómo la razón de que los novios que había tenido la hubieran dejado.
Hasta ahí bien, pero hoy paseándome por su blog he encontrado un enlace a un video desde otro video y .. resumiendo es este:







Reconozco que el nivel de mi inglés no llega para entender todo, todo lo que dice pero ha habido una idea que se me ha quedado como fundamental y es que no importa que a "ellos" no les guste cómo vas, porque no importa si vas "sexy" o no, sino que tú sólo pienses en ti cuando te vistas.

Creo que aunque se oigan muchas opiniones de algunos "bloggers" que ahora se están haciendo tan famosillos y reconocidos (que hay quién está contento y hay quién se pregunta quién le ha dado a tal o cual el derecho de que su opinión cuente más..) (ah! y yo soy la primera que sigo a tres o cuatro tan feliz) hasta ahora no había oído nada distinto o que ejerciera sobre mí el poder o atracción de dar el primer paso y escribir mi opinión para que quede constante: estaba ya preguntándome qué ocurria con la moda, qué pasaba que estaba cayendo en picado en la sociedad consumidora, en la gran rueda de comprar por comprar por tener y el objetivo (invisible a simple vista) de ser la mujer un "objeto de provocación" porque "cuanto más guapa y sexy, más me querrán".


Puede que sea sólo una utopía, pero siempre he necesitado darle un sentido más allá de lo puramente superficial a la moda porque me resisto a creer que se queda en una imagen de lo que eres por fuera sin tener nada que ver en lo que eres por dentro.
¿Trataré de convencerme a mi misma porque en un futuro incierto y también bastante utópico quiero dedicarme a ese mundo y pretenderé extender a él mis reflexiones existencialistas?

Sólo sé qué no sé nada.

07 octubre, 2011

Noche. Oscuridad. La luna como tercera letra del alfabeto. La lluvia ha dejado pulida la negrura. Luces se reflejan como joyas titilando. Hay estrellas allá donde el paisaje se acuesta sobre el horizonte. El cielo ha caído horizontal sobre Managua. El alma se me estruja de azul. Veo un lago de lágrimas desde el valle Ticomo. Los árboles sin luz desaparecen. Se queda ciego el verdor. Se calla. Una rokonola se lamenta a lo lejos. No sé dónde empieza su canción y dónde el viento. Mi casa es un barco navegando en las olas del aire. En lo alto del mástil yo vigilo mi silencio interior. Hace días que mi risa anda de viaje. A ratos hasta pienso que mi alma se marchó y que mi cuerpo sigue sus rutinas cotidianas a pura fuerza de la costumbre. El agua cae en la mañana. El pelo chorreando. La ropa. Pero no conozco el rostro del espejo. No le brillan los ojos. Ni canta. Sobre todo no espera. La incansable no aparece en el reflejo del mercurio. Es el cansancio el que me mira. Una extraña mujer con un rictus. ¿Será que la que era se ha marchado para siempre dejándome en el infierno de la desazón? Imagino un viaje al precipicio de la luna, al borde esbelto desde el que se avizoran las heladas planicies jamás calentadas por el sol. Noche. Oscuridad. ¿Qué sacrificar para que vuelva el sol? ¿Habrá que revolver los empolvados catalejos, afinar los lentes para vislumbrar de nuevo visiones amables? Dulce tenacidad ésta de creer en golondrinas que regresan a los balcones. Pero vuelven los pájaros. Los días se repiten. Se extinguen la noche y sus burbujas negras. De nuevo se perfilarán los volcanes frente a mi ventana. Me alzaré chineleando hasta el café y el vivir. Hasta que otra vez la luz se venga a pique y repita mi piel los ciclos del naufragio y la redención.



Gioconda Belli
Managua, 1 de julio, 2001.

06 octubre, 2011

Tengo ojos. Y como ojos, ven. Y son mirados.
Mis ojos son dos agujeros profundos de marrón chocolate 75% cacao puro. De ese chocolate que llega a ser amargo.

Los paseo a menudo, son dos joyitas dulces que necesitan aire fresco y dotes de inspiración cada tres minutos.

También saltan, de unos ojos a otros; admirando o ejerciendo su personalidad crítica.
Son como agujeros negros que absorben información automáticamente; ¡cómo si hubieran sido creados para ello!
Imagino que todos los ojos lo hacen, sin embargo los míos tienen una necesidad, latente e imperiosa y en ocasiones inquietante, que a veces me produce jaquecas.

Cerrarlos y empaparme de negro, negro, me descansa.
Cerrarlos y olvidar que otros ojos pueden estar escrutándome…


La vida son dos días, igual que el número de ojos que tenemos.
¡Quedarme ciega seria mi ruina!

Por eso yo los cuido, los mimo, los educo, los saco a pasear… y los corrijo, cuando empiezan a portarse mal bajo suavemente mis párpados tapando esos oscuros túneles que no saben mentir.

02 octubre, 2011

>> [...] Si no una despierta conciencia social, sí por lo menos una inteligente reflexión debería surgerir al artista que un lenguaje artístico no comunicable pierde todo significado si no transmite como mensaje del yo al tú la experiencia que nuestra humanidad renueva sin cesar.

La experiencia es lo que nos hace salir de la condición de miembros de un rebaño para hacernos verdaderamente hombres.


Igualmente vacía es la existencia del esteta encerrado en su propia torre de marfil. La suya es una existencia inútil y antisocial, como desarrollada en un refugio blindado y subterráneo.

Finalmente, no podemos olvidar que el mundo no existe por uno solo y que no se mueve sólo por nosotros.>>



Palabras de Kokoschka.
Las vanguardias artísticas del siglo XX
Mario De Micheli

01 octubre, 2011