Artista: danza y fotografía.
Como creadora, ¿tiendes a planificar tus proyectos o te dejas llevar por la intuición?
Las dos cosas. Disfruto muchísimo planificando, sobre todo los momentos previos, cuando me documento. Todo me inspira, estoy muy alerta, muy permeable. Es una delicia construir desde la nada, muy gratificante.
La intuición lo es todo. Siempre la obedezco. Intuición, inspiración, o mi Agatodemon: ellos mandan, ellos son los que crean. Me dictan lo que tengo que hacer. Es sencillo, sólo tengo que obsesionarme con el trabajo y escuchar.
(...)
¿Trabajas pensando en series fotográficas, o la relación entre tus obras nace de forma fortuita?
Las dos cosas. Lo inteligente es buscar series. Eso facilita el trabajo: tenerlo enfocado desde el principio. Pero muchas tomas son porque sí, porque te apetecen, porque te mueven algo dentro y crees estar ante una buena imagen sin más. No me preocupa, ya encontrarán su lugar dentro del puzzle. Se quedan a la espera en el limbo. Tengo una carpeta que se llama así.
¿Piensas en un espectador determinado cuando preparas tus proyectos?
No, nunca, es mi visión. Es egoísta ser creador. Egoísta y generoso al mismo tiempo, desnudarse para que los demás vean como ves. Tengo la inmensa fortuna de sentirme muy libre en el mundo del arte, no puedo narrar lo que siento si estoy pendiente del espectador.
Háblame de los fotógrafos clásicos a quienes has admirado en tu trayectoria... ¿Con quiénes te gustaría sentirte relacionada a nivel artístico?
Me fascinan László Moholy-Nagy, Man Ray, Joel-Peter Witkin, Claude Cahun, Kati Horna, Sally Mann, Horst P. Horst, Imogen Cunningham, Graciela Iturbide, Steven Arnold, Masao Yamamoto, Eikoh Hosoe, y tengo que citar aunque no sean fotógrafos a Joseph Cornell, y a Boltanski. ¿Sentirme relacionada a nivel artístico? Con cualquiera de los citados. De ellos he bebido. Sería un honor acercarme lo más mínimo.
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¿Y te gusta incluir claves o mensajes ocultos en tus creaciones?
Me parece genial incluir mensajes ocultos en mis obras. Explico mucho si me preguntan, pero siempre me guardo algo..., algo muy íntimo. Me han sorprendido descubriendo el mensaje encriptado. A veces lo reconozco y otras tantas no, pero siempre me fascina, y me llena que alguien se de cuenta. Considero entonces a la obra como una misión cumplida.
El arte es un juego entre el creador y el espectador. Es emocionante que quien ve la obra la termine en su cabeza, con total libertad. Pero cuando se da la casualidad de que esa cabeza ve como la tuya…, es tremendo, te sientes comprendida.
Artículo original:
Sofía Santaclara. La intuición es todo. Siempre la obedezco.
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